EDIW: 2º Campo de trabajo en India

15 jóvenes de distintos puntos de España compartieron 3 semanas de trabajo y convivencia en el 2ºCampo de Trabajo organizado por EDIW  (Education for an Interdependent World) en SARPI Center, Honavar, India, del 18 de Julio al 8 de agosto. Fueron 21 intensos días de experiencias y aprendizajes, de intercambios y mucho trabajo en equipo, que se refleja en el escrito de una de las participantes, Cristina González Berral, de Córdoba:

¡¡El hogar está donde está el corazón!!

Mi experiencia en India                                                                              

La primera vez que nos conocimos fue en el aeropuerto, 16 vidas que se encontraban con las maletas cargadas de ilusión y mucho por dar. Las horas en avión empezaron a estrechar los primeros lazos, que se fueron afianzando durante los días que pasamos en Mumbai. La ciudad nos mostró las primeras desigualdades, rascacielos y chabolas conviviendo en una misma calle. Allíconocimos los primeros templos hindús y visitamos los puntos turísticos de la ciudad, además tuvimos nuestro primer contacto con la gastronomía de la zona. La última mañana que pasamos en Mumbai tuvimos la oportunidad de que nos explicaran cómo funcionan los orfanatos en el país y las posibilidades que los niños tienen de salir de esta situación, esto produjo en nosotros el primer encuentro con la realidad más profunda y desconocida de India.

De Mumbai volamos a Goa y en el bus que nos llevóhasta nuestro destino conocimos la importancia del espacio en India y recorrimos las primeras carreteras. Los miembros de SARPI (Society for the Development of the Rural People of India) en Honavar nos recibieron realizando el ritual de bienvenida – el aarti- y, durante los días que estuvimos, siempre nos trataron con gran amabilidad, poniendo a nuestra disposición todo lo que necesitamos en las semanas que invadimos su hogar.

La primera mañana de voluntariado visitamos la localidad, y los centros escolares cercanos para tomar contacto con la realidad, luego repartimos las tareas y comenzamos a trabajar. Nuestra labor se repartióentre colegios de educación infantil, primaria y  la Poveda Special School, escuela de educación especial y la biblioteca móvil, en ellos participamos con nuestra energía, alegría y musicalidad.  El grupo de chicas del campo sanitario se encargaron de realizar un “health camp”, chequeos en todos estos centros y poblados y comprobar la salud de los niños y adultos.

Aparte de este trabajo, también tuvimos tiempo para aprender la lengua, conocer religiones como Brahma Kumari, practicar yoga, aprender a bailar Bolliwood, o realizar excursiones y visitas a familias de la zona.

Mi trabajo lo realicéen la Mobile Library, experiencia que me ha permitido conocer la intrahistoria india. El hecho de recorrer distintos colegios me ha abierto los ojos ante distintas situaciones, aunque la dificultad de comunicarnos impedía saber quése escondía detrás de aquellas miradas que nos observaban asombradas. 

Las escuelas, tan distintas a las de España, llamaban nuestra atención, paredes coloridas, sin mesas, distintas edades en una misma clase, pero lo que más me ha marcado no ha sido lo material sino sus historias, saber que carecen de tanto y que nos entregaban todo. Alumnos que iban al colegio por la comida que allíles dan, sin ella hay días que no podrían permitírselo; niñas que no pueden estudiar por quedarse ayudando a sus familias; el brillo de las profesoras al ver que les regalábamos pinturas, libros o balones, detalles tan simples y que me permitieron aprender mucho sobre el valor de las cosas. 

Fue en los momentos que disfrutábamos jugando con ellos cuando comprendía lo que de verdad importa y me demostraban que es una experiencia que se debe realizar en la vida porque no somos conscientes de lo que tenemos. Por eso animo a futuros voluntarios a que disfruten esta experiencia, no dejéis que las redes sociales o la televisión os cuenten qué ocurre en el mundo, la India es un país de cinco sentidos y hay que vivirlos, porque en cada rincón, en cada recóndito lugar hay algo que demostrarápor quées ‘la Joya de la Corona’. 

Gracias a todas las personas que he conocido en esta aventura porque cada una de ellas me ha enseñado que “el hogar está donde está el corazón”.

    Cristina González Berral

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