Fortaleciendo nuestras alas, entrelazando nuestras raíces

«Estoy reventado, pero valía la pena», dice Pablo, 25 años. Pablo era al mismo tiempo animador, intérprete y encargado de la logística. «Ahora estoy seguro de que los jóvenes están listos para los retos de una sociedad intercultural como la nuestra». Entre el 8 y el 13 de julio, 40 jóvenes, estudiantes y trabajadores, se encontraban en Madrid para participar en un seminario de «Raíces y Alas.» El objetivo era comprender y tomar conciencia de los retos actuales de nuestras sociedades y de ver cómo comprometerse para mejorar la situación. Los participantes del seminario vinieron de Europa occidental, de India y de las Filipinas. 


El seminario empezaba cada mañana con una presentación del reto del día. Profesionales sobre desempleo juvenil, la integración de los migrantes, el fracaso escolar o el diálogo intercultural explicaron la situación y como, a su  nivel, tratan de mejorarla. Las preguntas y los comentarios fueron numerosos después de cada presentación, convirtiendo la conferencia en un debate apasionante.

Por la tarde, los participantes se dividieron en talleres según sus intereses: ¿cómo funciona un think tank? ¿Qué es un emprendedor social? ¿Cómo enseñar matemáticas a niños con riesgo de fracaso escolar? ¿Cuáles son las características de un líder colaborativo? Con esos talleres, cada uno pudo descubrir cómo aportar un cambio a la sociedad de manera muy concreta. También, como dice Pilar, una participante, los talleres han mejorado la confianza de cada uno en sus capacidades.

Uno de los retos principales fue la integración de los inmigrantes. Trinidad Vicente introdujo el tema y preguntó a los participantes como definirían ‘inmigrante’. ¿Es un inmigrante une persona que viaja del Sur al Norte por motivos económicos, o cada persona  que se mueve de un punto A a un punto B?  ¿Cómo se siente un inmigrante a la llegada a un país diferente?

Según Amin Maalouf, no es posible que persona se integre si parte de su identidad – la o las culturas que influyen su persona y carácter – es rechazada por la sociedad.  El reto en nuestras sociedades actuales es crear una sociedad unida dentro de la cual nadie se sienta seccionado entre sus diferentes culturas o pertenencias de tal manera que tenga que elegir una de ellas.

Una solución para resolver este problema sería que cada uno se considere como un puente cultural. Esta posición, aún a veces no confortable, es la oportunidad de crear vínculos, resolver y explicar malentendidos y aliviar conflictos (traducción libre de una cita de Maalouf). Los puentes son esenciales para crear una cultura de encuentro y diálogo.

Podríamos decir que este seminario Raíces y Alas logró exactamente eso: crear relaciones fuertes entre personas que no se habían conocido una semana antes.

En conclusión, estos cinco días fueron cinco días de aprendizaje, debate y risas. Cinco días de amistad y reflexiones tan intensos que parecían un día muy largo. Para concluir con una cita del Papa Francisco: “Si la tristeza te hace una invitación, dile que ya tienes un compromiso con la alegría y que serás fiel toda la vida”.

Nathalie Breysse
Gabriel Coupeau

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